1968 es un año fundamental en la historia política y cultural de México, pues se modificó la percepción que se tenía de las instituciones y empezaron a proliferar las manifestaciones artísticas para exigir la instauración de una verdadera democracia.

La matanza de un conjunto de ciudadanos, en su mayoría estudiantes que acudieron a una plaza pública para exigir un diálogo democrático dejó una huella profunda en la memoria colectiva. El recuerdo de este episodio ha sido recreado en múltiples expresiones que los artistas mexicanos no paran de realizar.

Los carteles impresos en este libro son variaciones sobre este episodio trágico que dejó una huella profunda. También son un homenaje a la generación del 68 y una forma de demostrar que tenemos en la memoria a las generaciones que nos precedieron.